Negar que algo no ha ocurrido hace que evitemos enfrentarnos a la situación.
La negación es un es un estilo de afrontamiento basado en la evitación que se pone en marcha cuando nos sentimos amenazados y tenemos que dar una respuesta, o tenemos que resolver una situación, que por su intensidad nos hace negar su existencia. Dicho de otro modo, la negación es un mecanismo de defensa que se dispara y salta de forma inconsciente "poniéndonos a salvo", de manera momentánea, cuando tratamos de no aceptar la verdad sobre algo que está ocurriendo o ha ocurrido en tu vida evitando así exponernos a esa realidad.
La persona puede decir "estoy bien" cuando verdaderamente no lo está, no reconociendo el problema, el trauma o la situación que está generando ese malestar no dejando o reprimiendo algunos aspectos emocionales hasta el punto de negar incluso las situaciones que lo producen.
Reconocer el diagnóstico de una enfermedad grave, un trastorno mental, tener problemas económicos, sufrir violencia de género o tener conflictos laborales o interpersonales pueden ser algunos ejemplos en los que el mecanismo de la negación se pone en marcha al percibir la persona vulnerabilidad ante la situación .
Al principio la respuesta de negación puede ser adaptativa y darnos cierto alivio reduciendo de forma inmediata nuestro malestar, sin embargo, si repetimos ese patrón de conducta de forma continuada puede ocasionar consecuencias negativas tanto para nuestra salud física como mental llegando incluso a afectar a nuestro entorno socio-laboral.
Comprender la negación, sentir las emociones, aceptación
¿Qué estoy sintiendo? ¿Dónde lo estoy sintiendo?
¿Cómo lo estoy sintiendo?
¿Qué es lo que me produce malestar?
¿Cuales son mis emociones?
¿Por qué me siento así?
¿Qué puedo hacer para estar mejor?
* Hay que señalar que no siempre es fácil darse cuenta que se está utilizando la negación como mecanismo para no afrontar una situación. Aprender gestionar aquellas situaciones que nos producen malestar y ponerle nombre a esas emociones no es sencillo, aún así un buen comienzo es: Reconocer que se está mal.
Reconocer que se está mal está bien y es el primer paso para sanar.
Aceptar que algo no marcha bien puede ser la señal que necesitamos para pedir ayuda, asesoramiento, tratamiento o acompañamiento de algún tipo que nos facilite el camino para estar mejor.
Hay que normalizar el hecho de necesitar ayuda.
Pedir ayuda, dejarse ayudar
es autocuidado,
Comentarios