Nos queremos libres, vivas y sin miedo.
La discriminación de las mujeres y la violencia de género es la manifestación más brutal de las desigualdades entre hombres y mujeres.
Es un problema que traspasa fronteras y que está presente en la mayor parte de los países del mundo con la particularidad de que las vivencias del maltrato son enormemente parecidas en todos los lugares y culturas.
Las violencias machistas son muchas y muy distintas. Sufrir algún tipo de violencia ejercida sobre la mujer por el hecho de ser mujer, nos coloca en una situación de desigualdad, inferioridad, de vulnerabilidad e indefensión independientemente del estrato social, cultural o económico que tengamos.
La lucha por la igualdad y la eliminación de todo tipo de violencia contra la mujer por el hecho de ser mujer constituye una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales e impide total o parcialmente a la mujer gozar de dichos derechos y libertades.
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