¿Por qué me cuesta tanto valorarme? ¿Por qué me quiero tan poco?
El amor propio combina grandes dosis de autoestima, seguridad, confianza y de aceptación. ES LA BASE DE LA ESTABILIDAD EMOCIONAL y por tanto fluctua... dejando paso en muchas ocasiones al miedo, la inseguridad, los complejos, la duda, la autoexigencia.. la vergüenza, la perfección extrema o la deshazón.
Encontrar el equilibrio, conocer y aceptar quienes somos o qué queremos llegar a ser es un proceso complejo que no todas las personas están dispuestas hacer o no se sienten capaces de comenzar a hacerlo poniéndose límites en toda forma de amor hacia ellas mismas.
Aceptarnos tal y como somos de forma incondicional, no es fácil. Tratar de comprendernos desde el respeto hacia nosotr@s mism@s es un duro trabajo de análisis e introspección, nada divertido... por lo que en muchas ocasiones sea más fácil caer en la recompensa inmediata y optar por tareas más libianas comprándonos aquella camisa que no necesitamos o tratando de hacernos añicos en el gimnasio, (...) Ojo! que eso puede estar bien, darse un gusto... no pica ... pero no profundiza en la raíz de "quién soy yo y por qué no estoy a gusto conmig@ mism@".
Comprender qué pasa por nuestro ser nos liberará de forma asombrosa cuando aprendamos a comenzar ese largo camino que implica aceptarnos, amarnos y respetarnos sin sentir egoísmo, culpa, vergüenza y una retaíla de emociones más.. eso es el amor propio. El amor propio es sentirse, escucharse, comprenderse y perdonarse.
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