La inclusión social es un proceso que trata aspectos sociales profundos que van mucho más allá de la integración social de las personas.
La inclusión es una cuestión de derechos que tiene como objetivo hacer frente a los problemas que genera la exclusión social desde un enfoque más integral.
Desde una perspectiva multidisciplinar, los agentes sociales trabajamos para facilitar que las personas que viven en situación de vulnerabilidad tengan la oportunidad de mejorar sus condiciones de vida, atendiendo a la diversidad, para ofrecerles los recursos necesarios para alcanzar las mismas oportunidades educativas, laborales y económicas que cualquiera, independientemente de su origen o condición.
Promover la inclusión social a través de la educación, el empleo y la salud hace posible que aquellas personas que se encuentran en situación de exclusión, por el motivo que sea, puedan alcanzar un nivel de vida adecuado para su bienestar, gozando plenamente de sus derechos como individuos, participando en sociedad.
Definiciones:
La UE define la inclusión social como un “proceso que asegura que aquellas personas que están en riesgo de pobreza y exclusión social, tengan las oportunidades y recursos necesarios para participar completamente en la vida económica, social y cultural disfrutando un nivel de vida y bienestar que se considere normal en la sociedad en la que ellos viven”. Pone énfasis en el derecho de las personas de “tener una vida asociada siendo un miembro de una comunidad”.
Según la UNESCO, la inclusión es un enfoque que responde positivamente a la diversidad de las personas y a las diferencias individuales, entendiendo que la diversidad no es un problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad, a través de la activa participación en la vida familiar, en la educación, en el trabajo y en general en todos los procesos sociales, culturales y en las comunidades.
>> Recursos para la Inclusión en Educación. Unesco.
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